Por: Dr. Miguel Núñez[1]
En vista de la pandemia del COVID-19 que causa estragos en numerosos países de la geografía global, TM consideró pertinente consultar sobre este apremiante asunto al Dr. Miguel Núñez, quien es un infectólogo de renombre que trabajó como profesor médico clínico en el Mount Sinai School of Medicine de NY (y certificado por el Board Americano de Medicina Interna y el Board de Enfermedades Infecciosas en 1985 y 1988, respectivamente). del premio por la excelencia en la enseñanza académica en el Englewood Hospital & Medical Center of Englewood, New Jersey. Y ha trabajado como profesor, epidemiólogo y consultor en varias instituciones renombradas en la República Dominicana. Él es también un reconocido líder cristiano en Latino América y otras latitudes, siendo teólogo y pastor. Es presidente del instituto I&S. Miembro del cuerpo de directores de Gospel Coalition (TGC). Miembro del cuerpo de directores del Concilio de Masculinidad y Feminidad Bíblica (CBMW). Vicepresidente de Coalición para el Evangelio, y escritor de numerosos artículos científicos y teológicos, además de ser autor y co-autor de varios libros.[2]
Las siguientes son sus respuestas a una serie de preguntas pertinentes tanto el plano científico como espiritual concerniente al Coronavirus:
1. Dr. Miguel, ¿qué es el Coronavirus? ¿qué podemos conocer? ¿cuál es la realidad actual?
Bueno iniciemos hablando de lo que es un virus.
Un virus es una partícula microscópica, que básicamente tiene una molécula de ADN o ARN (en este caso un ARN) y tiene una envoltura proteica (de proteína), por ello el virus requiere de una célula donde pueda penetrar para poder sobrevivir. En otras palabras, el virus es tan pequeño que ni siquiera alcanza el tamaño de una célula, pero necesita alojarse en una célula. El virus tiene protrusiones, que son proteínas que él usa para adherirse a receptores de las células, en este caso humanas o de animales. La apariencia que tiene en la superficie, en la membrana, es lo que le dio el nombre de corona virus. Los Coronavirus son una familia extensa que comprende unas 69 especies existentes. La gran mayoría de ellas infectan a los animales, pero hay unas 7 especies que han logrado infectar al ser humano, que es donde estamos hoy con este nuevo Coronavirus que ha causado tanto escándalo a nivel internacional.
El brote dejó de ser una epidemia local, y ha pasado a ser una pandemia. Lo que diferencia una cosa de otra es que cuando la epidemia se extiende y pasa a más de tres regiones distintas, entonces se denomina pandemia. Se sabía que probablemente la epidemia que inició en China se iba a expandir, la pregunta era ¿qué tan rápido y cuántas zonas iba a abarcar? Hoy en día prácticamente el mundo entero ha reportado la presencia del Coronavirus.
Ahora no existe dudas que hay múltiples ciudades, múltiples países -unas más afectadas que otras-, lo que tiene que ver mucho con la edad poblacional de cada región.
El COVID-19 presenta una serie de síntomas, una serie de complicaciones, y una mortalidad de la cual hablaremos más adelante.
La expansión o contención local de la infección viral estará relacionada con la drasticidad o debilidad de las medidas que se tomen.
2. Dr. Núñez, ¿tiene Latinoamérica más posibilidad de manejar esta situación con más certeza o cuidarse por las referencias de otros países que ya han vivido el COVID-19?
Tenemos más información para enfrentarlo, pero lamentablemente tenemos una población menos educada, menos disciplinada y está por verse si Latinoamérica realmente va a hacerle el debido frente, con medidas sumamente estrictas y respetadas como en otras naciones se ha hecho. Actualmente (finales de marzo, 2020) es increíble la cantidad de información que se ha logrado recolectar, en solo dos meses y medio.
El mejor manejo es la prevención. La prevención necesita disciplina y conciencia, y que la población se pueda calmar. Tenemos una población en pánico, porque no hemos sabido interpretar necesariamente la información que ha llegado. Es la primera vez que estamos presenciando una pandemia en vivo, precisamente por los medios de comunicación que no existían antes. Ahora estamos en tiempo real viendo el desarrollo de la pandemia en vivo.
3. Doctor, ¿cómo se da la Transmisión?
Primero, la transmisión se da mayormente de persona a persona, alguien que tose o estornuda, si tienes un contacto cercano (que ha sido definido), alguien que esté como a 2 metros (6 pies) de distancia de ti por un periodo de tiempo, que no quiere decir que porque estés en contacto con alguien infectado ya lo tienes, pues necesita un tiempo de contacto definido, de una a dos horas.
La otra manera de contagiarse es que gotas de saliva y secreciones corporales de un infectado pueden caer en superficies con las que uno tenga contacto: mesas, manubrios, etc., y que uno las toque y que luego se lleve las manos a la boca, los ojos o a la nariz, entonces el virus entra a través de mucosa, que pueden ser los ojos, la mucosa nasal, los labios. Es precisamente por eso que existe la recomendación de usar mascarillas cuando queremos evitar la transmisión. Entonces, definitivamente, mientras más contacto social tenemos en cualquier región, mayor chance de que las personas lo puedan transmitir de una a otra. Por eso China cerró tempranamente ciudades enteras, hasta el punto de tener 56 millones de personas encerrados. Por eso resulta que China tiene más de una semana parada en unos 80,000 casos, sin reportar casos nuevos; aunque probablemente presenten una segunda ola infecciosa en la medida que la gente pueda circular nuevamente.
4. ¿Qué sobre los signos y síntomas?
Uno de los problemas con el Coronavirus es que hay una población significativa, alrededor del 20%, que no presentan síntomas, se les llama asintomáticos, subclínicos. No necesariamente ligado a la edad, pero mientras más edad tiene el paciente, sobre todo los de 65 años en lo adelante, se tiene mayor probabilidad de cursar con síntomas y de presentar un caso más severo.
Habrá varios factores que influyen. Uno es el inóculo, el tamaño del inóculo. No es lo mismo que una persona tosa sobre uno, que una pareja de esposos donde uno sea positivo y el otro negativo, que haya besos, abrazos y demás. La diferencia de la carga viral con el inóculo, es que la carga viral se trata de la cantidad de virus circulando en la sangre, mientras que el inóculo es la cantidad de virus o bacterias que se recibe en un momento dado. Eso es un determinante, el inóculo.
Otro determinante en el sistema inmunológico sería ‘una enfermedad de base’, es decir, diabetes, fallo renal, cáncer, hipertensión, obesidad, ser fumador, y/o personas con trasplantes y con el sistema inmunológico debilitado o predispuesto.
Los síntomas son muy parecidos a una gripe común. Los principales son: fiebre (alrededor del 99% de los pacientes, según estadísticas revisadas), tos seca, mucho cansancio (el cansancio es parte propio de múltiples virulencias); también, la congestión nasal muy típica del resfriado común no es típica del COVID, pero puede presentarse, puede presentarse cefalea o dolor de cabeza, náuseas, vómitos, la diarrea pueden ser parte de los síntomas del COVID, pero no son los síntomas principales. Fiebre, tos, cansancio y dolores musculares, si tuviera que enlistarlos en orden de frecuencia; más la historia de haber estado de viaje o haber estado en contacto con personas que hayan resultado positivos.
La importancia de prevenir y evitar la expansión es aplanar la curva con el aislamiento, evitando la socialización, porque si la curva sigue creciendo con un número de casos que no se pueda manejar, el sistema de salud podría colapsar.
5. ¿Pueden los pacientes ya recuperados, enfermarse de nuevo o han desarrollado inmunidad?
Hay una inmunidad inicial, la pregunta que debemos conocer (lo cual va a tomar un poco de tiempo) es: si esa inmunidad será permanente. Y una de las cosas que hace que no sea permanente es: si el virus muta.
El individuo desarrolla anticuerpos que permanecen de por vida, y que produce inmunidad permanente. Hay algunas enfermedades donde los anticuerpos pueden caer y dejarme desprotegidos. En la mayoría de los virus la inmunidad es permanente. Pero, si no se desarrolla una cepa nueva, como es el caso del virus del Dengue que hay cuatro cepas distintas, y si el individuo se ha infectado de las cuatro cepas, ya no presentará dengue jamás en su vida; entonces no debe presentarse nuevos síntomas en una persona que ha rebasado el coronavirus.
6. Doctor, ¿cuál es la diferencia entre la severidad y mortalidad entre una nación y otra, y a qué se debe tal comportamiento?
Una de las razones que podemos observar sobre porqué en algunos países hay más muertes que en otros, e inclusive en un mismo país, como es el caso de China, la mortalidad nacional fue de un 4%, mientras que la mortalidad fuera de Wuhan (que fue la provincia donde se inició el brote en China) fue de 0.7%. Es decir, en una misma nación se comportó de una manera distinta a como se comportó en el resto de la nación y eso mucho tiene que ver con la edad de esa población, a mayor edad peor la situación.
En Italia, que posee una tasa de población envejeciente y se puede ver que su porcentaje de muerte es la más alta del mundo hasta el momento, 8.34%, la razón es que Italia es la nación con mayor cantidad de pacientes envejecientes. No se puede generalizar y no podemos pensar que el virus se va a comportar de igual forma en todos los países con la misma tasa de mortalidad.
Las predicciones de las mejores mentes estadísticas de hoy en día son que cuando la pandemia haya terminado, probablemente nosotros terminemos con una mortalidad de un 1% a 2%, esto es lo que implica: de cada 100 pacientes se morirán uno o dos, y viendo esto de esa manera, con una óptica más reducida, esto es algo que puede ayudar a calmar la ansiedad que estamos viviendo en estos días.
7. ¿Cuáles medidas debemos tomar?
Sabiendo que este virus se transmite de igual forma que el “flu”, a través de secreciones de la vía respiratoria, cada vez que yo protejo a un individuo de que sea infectado de secreciones de vía respiratoria voy a mejorar o disminuir la forma de transmisión.
a. Uso de mascarillas. Se ha dicho que la mascarilla que tiene el material necesario para proteger, la N95, es la ideal. Por su diseño y su tipo de tela, sin embargo, en un reporte que se hizo con 41 personal médicos que fueron expuestos con mascarillas quirúrgicas que estuvieron manejando personas infectadas con COVID, nebulizando y haciendo procedimientos y sin embargo ninguno de ellos fueron afectados. El 85% tenía mascarilla común y corriente y el otro 15% tenía N95. Eso es una forma.
b. El lavado de manos debe ser frecuente, el uso de gel que debe contener un 70% de alcohol.
c. La superficie donde trabajo debe ser limpiada en caso de que haya caído secreciones, porque el virus puede vivir por horas o por días en superficies y luego alguien se contamine las manos y se la lleve a las mucosas.
d. La medida más severa, es la cuarentena. Y la población debe prestar atención, no deben ser egoístas ni individualistas, pensando que no nos puede dar, o que porque se es joven lo va a sobrepasar muy bien. ¡Prestemos atención! Debemos adherirnos estrictamente a las medidas que nos dan los Ministerios de Salud Pública de diferentes naciones.
Doctor Núñez, habiéndonos usted explicado lo científico infeccioso con sus curvas, así como el protocolo básico a seguir para controlar la diseminación de esta pandemia; y en virtud de que usted también es teólogo y pastor, nos gustaría también que nos responda unas pocas preguntas en el plano espiritual.
8. ¿Cuál es la perspectiva bíblica a esta situación?
Déjame comenzar trayendo a flote nuestro problema generacional. Definitivamente nuestra actual generación es muy individualista y narcisista. De hecho, libros se han escrito sobre la epidemia del narcicismo, ahora ha sido muy promovida o mejor dicho empujada con la salida de Facebook y YouTube, donde todo el mundo quiere que lo vean independientemente de lo que esté haciendo. Entonces, esa generación no es una generación con fuerza de carácter, es pragmática, auto centrada, básicamente vive para si misma.
Anteriormente se vivía en comunidad. Supieron ayudarse mutuamente. Tenían un sentido del deber hacia la sociedad común. Por ejemplo, si comparas esta generación y el análisis que se ha hecho con aquella que le tocó salir a la Segunda Guerra Mundial, la cual fue una generación que le tocó vivir escasez, que pasó por los millones de muertos, con carencias de todo tipo, fue una generación con fuerza de carácter increíble y eso permitió que a pesar de la destrucción masiva que la Segunda Guerra Mundial causó, Occidente pudiera recobrarse relativamente rápido del desastre que había quedado. En contraste, esa no es la generación que nosotros tenemos hoy. Esta es una generación que básicamente existe por el placer, la diversión de todo tipo, una generación conocida por evitar el dolor al costo que sea. Y en medio de eso, llega esta epidemia. No es verdad que esta generación va a saber manejar los riesgos y los peligros que una pandemia puede traer.
9. Pastor, ¿en qué consisten los últimos días, estamos realmente viviendo los últimos días?
En 2 Timoteo 3:1-5, se nos dice:
“Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita”.
Vale la pena hacer dos observaciones:
Primero, uno nota que Pablo le está escribiendo a Timoteo y habla de los últimos días. Es una expresión usada para referirse al tiempo inmediatamente después de la resurrección de Cristo: esos son los últimos días. Y una de las formas en las que puedes ver cómo Pablo se está refiriendo a su tiempo es también en la manera como termina el texto cuando Pablo le dice: “a tales evita”. Al parecer, el Timoteo iba a tener que enfrentar a esos hombres.
Lo que sí hemos visto con el paso del tiempo es que estas cualidades han ido en aumento, y nosotros estamos viendo un clímax de ese tipo de generación. Una de las cosas que ha propiciado es el post modernismo donde no hay verdad absoluta, todo es relativo, tu opinión es válida y también la mía. Es una generación que no tiene un marco de referencia, pues es una generación que todo lo considera conforme a su propia opinión. Estamos como de regreso al tiempo de los jueces de que habla la Biblia, cuando “cada quien hacía lo que bien le parecía”. Esta no es una generación que pueda manejar una pandemia, no es una generación que pueda manejar una carencia mundial. No sabe preocuparse por el otro y no va a enfrentar las cosas de forma comunitaria.
Esta pandemia tiene muchas cosas para enseñarnos si la tomáramos para reflexionar.
Segundo, El denominador común en este caso es el corazón del hombre, ese corazón que desde la caída de Adán y Eva ha desviado y se ha alejado de Dios, que ha ido cosechando una generación tras otra unos niveles cada vez mayores de pecado. Ese corazón pecaminoso y desviado no se cansa nunca de inventar nuevas formas pecar. Definitivamente que se trata de un corazón auto centrado, egoísta como hemos venido hablando.
Es un buen tiempo, especialmente para la iglesia, para reflexionar, y la iglesia ha salido adelante en todas las pandemias, que literalmente tú lees la historia y es increíble la manera como los cristianos han servido de sal y luz, de apoyo y cuidado al otro en todas las pandemias que han surgido, tomándose los riesgos cuando han debido, y es por eso que entendemos esta es la hora de la iglesia, la hora de brillar como luminares y levantarse en el cuidado de aquellos que están siendo afectados por la pandemia actual.
10. Entonces, pastor Núñez, ¿cómo necesitamos pensar los creyentes al respecto?
Sin lugar a duda, debemos ser prudentes y responsables, tanto para tomar las medidas recomendadas como para tratar de mantener una salud general en buen estado.
La población mundial parece estar en pánico, pero para aquellos que escribimos bajo una perspectiva bíblica es importante recalcar que no hay razón para experimentar tal nivel de ansiedad. Sobre todo cuando consideramos que el Dios creador de los cielos y la tierra es el mismo que controla cada microbio, átomo y molécula en el universo.
Este es un buen momento para que el cristiano pueda mostrar no solo cordura, sino también paz y esperanza, reconociendo que su vida no depende de la entrada de algún microorganismo a su cuerpo. En cambio, depende del Dios que determina el comienzo y el final de nuestra historia en la tierra.
El apóstol Pablo nos llama a no estar ansiosos por nada (Fil. 4:6), y la razón para llamar al cristiano a permanecer en paz en medio de las peores circunstancias es precisamente el control soberano que Dios ejerce sobre su creación.
Para ampliar el tema puede consultar las siguientes entrevistas (y artículos) al Doctor Miguel Núñez sobre el particular:
- https://youtu.be/mf7fCjO5KsA
- https://youtu.be/frg4dGiSoTE
- https://youtu.be/RHs4KMt77d8
- https://youtu.be/eDVXFMTDErU
- https://youtu.be/X2INCq_TmGY
- https://youtu.be/vZ64qSvk0hU
- https://youtu.be/W8fl0n8TvuI
- https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/el-coronavirus-explicado-por-un-medico-experto-y-pastor/?amp&__twitter_impression=true
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Notas referidas: